cambian rostros y energías, las mías no eran las mismas, algo nuevo se unía
a aquel espacio de expresión, caminamos en círculos, me sacudía el nerviosismo entre risas y caras interrogantes, algo inusual no era de costumbre para todos, para mi era entretenido e interesante, las manos temblorosas dejaron de ser al caminar y sacar de mi mente aquel instante que nos hicieron hablar. Recuerdo haber sentido lo mismo en el colegio cuando todos con mirada fija a mi estaban en una exposición.
Al rato bajo juramento fui su lazarillo quien guía y cuida que realmente me parece casi como se sentiría en un altar de matrimonio, y supongo que muchos lo sintieron así, guié y me guiaron por pasillos oscuros pero con confianza, algo nuevo viene, nuevo e interesante. Me gusta..
Abril Brozález.
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